Esta jornada tuvo su inauguración con las palabras de Eusebio Martínez, Delegado de zona de la Familia Salesiana el cual nos invitó a participar con una oración y un cántico. A renglón seguido hizo la presentación del orador, Miguel Ángel García Morcuende, director de la Obra salesiana de Santander-María Auxiliadora, el cual nos habló e hizo reflexionar bajo los títulos de:
"El Sínodo y la nueva evangelización y la Exhortación Apostólica Evangeli gaudium de cómo afrontar y cómo llevar a cabo la misión que el Señor nos ha confiado a la iglesia en el mundo de hoy”
“Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”
La iglesia
es un bien para la familia y la familia es un bien para la iglesia. La familia
no es un problema es una oportunidad, y debe construirse todos los días. Hay que
defenderla ya que es un elemento importante de la sociedad y para ello debemos
utilizar un lenguaje apropiado para los jóvenes, por eso debemos buscar y
encontrar nuevos lenguajes. Debemos actuar formando nuestras conciencias, no sustituyéndolas,
debemos acompañar, integrar, discernir. Como Familia Salesiana debemos
acompañar en todo momento “escuchando” a los jóvenes ya que todo empieza por la
escucha. Hay que darse tiempo, ser paciente. Vivimos en un mundo que cambia
rápidamente, dominados por tecnologías, deshumanizados, demasiado tecnificados,
además de ser una sociedad variada y multicultural.
Después de la Eucaristía y de la comida, ya por la tarde, se visionó un video de las VDB (Voluntarias de Don Bosco) consagradas a Dios pero sin vivir en comunidad, en su 100 aniversario. Familia Salesiana fundada por D. Felipe Rinaldi, 3º sucesor de Don Bosco. A continuación iniciamos la charla en esta ocasión bajo el título de:
“La Familia Salesiana, familia apostólica, se siente iglesia y acepta el compromiso de una pastoral juvenil que considera imprescindible y una pastoral familiar"
Tenemos el desafío de llegar a los jóvenes más alejados de la fe. Vivamos en comunidad cristiana y que sea acogedora dando el protagonismo real a los jóvenes. Tenemos la oportunidad de participación social en espacios de encuentro como pueda ser: la calle, centros de estudio, en el deporte, las amistades, la música, el compromiso, el mundo del trabajo…
¿qué piden
los jóvenes?: Qué se les escuche, que seamos más cercanos con apertura, más
claros en los evangelios, que nos comuniquemos mucho mejor con ellos, que exista
una liturgia más viva, y que los laicos tengan más formación. La iglesia debe
ser un ejemplo para reactivar la relación intergeneracional entre los jóvenes y
los adultos. No debemos transmitir desilusión ni pesimismo. Debemos transmitir
esperanza, alegría y optimismo.
Tras esta mirada a la Familia Salesiana, se clausuró está jornada, hasta una próxima ocasión.
Tras esta mirada a la Familia Salesiana, se clausuró está jornada, hasta una próxima ocasión.


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