Han concluido los Ejercicios Espirituales que la Familia
Salesiana de Santiago el Mayor, provincia de León han realizado desde el
viernes 18 al domingo 20 de enero en la casa salesiana de León. Estos
Ejercicios Espirituales se han desarrollado bajo el lema: “Pasión por Dios, pasión por la
humanidad”. El encargado de las charlas fue D. Xavi Blanco, SDB. Los
asistentes integrantes de los diversos grupos que componen la Familia Salesiana:
SDB, SS.CC, ADMA, DAMAS de Don Bosco, agradecieron el mensaje y enseñanzas
recibidas sabiendo que debemos ser capaces de entender las palabras del ángel; “confía,
no temas, cuando le habla a María. Alégrate, estoy contigo, no temas”.
Debemos sacar de nosotros, lo mejor de nosotros. Tener una actitud vital en la
vida, sintiéndonos acogidos y valorados, ya que como seres humanos necesitamos
sentir ser amados. La religión solo quiere que la persona sea más humana en su
relación con Dios. Somos gratuitamente amados por Dios. Jesús sufre viendo el
dolor de las personas. Debemos generar autoestima para valorarnos más.
¿Qué somos? Tenemos una identidad teniendo la experiencia de ser amado. ¿Debemos estudiar más a Jesús? O debemos estar conformes con lo que sabemos. Debemos tener un dialogo sincero, no crítico con Dios y creernos que somos hijos de Él, con una actitud de autocrítica con nosotros mismos, teniendo una actitud con un proyecto existencial de Jesús que pueda enriquecer nuestro PVA obteniendo nuestra mejor versión. El gran riesgo de los cristianos fue siempre pretender serlo sin seguir a Jesús… seguir a Jesús es creer en lo que él creyó, dar importancia a lo que él se la daba, mirar a las personas como él las miraba, enfrentarnos a la vida y a la muerte con la esperanza con la que él se enfrentó.
Varios fueron los ejemplos de actitudes de Jesús a no perder. La acogida-comunicación. La obsesión por generar fraternidad en las relaciones, apostando por la cultura del encuentro. Condiciones para generar verdadero diálogo. La capacidad de crítica y denuncia. La ruptura con la perversa dinámica del mérito. La sana y liberadora autoestima. La compasión-compasión que supera a cualquier ley, cualquier norma. Lucha contra el sufrimiento como la gran experiencia religiosa. La cercanía a las personas más necesitadas. Con Jesús, llamados a ser gentes de esperanza. Al finalizar la jornada del sábado, en la capilla, se llevó a cabo una iniciativa interesante. El ritual de bendición, en el cual participaron todos los presentes. El domingo por la mañana, los temas a desarrollar, fueron: Dios, el fundamento del ser. Dios, cimiento y fuente. Dios el gran compañero. Dios es padre/madre. Todas han sido reflexiones en las cuales se ha tratado el modo de ver a Dios, su revelación y en general su relación con nosotros. Debemos sentir una llamada y abrirnos sin rigidez sin miedo, sin rigidez, para ser suaves en el Espíritu y no sentirnos momificados en nuestras estructuras, por ello debemos agradecer a Nuestro Padre su plan hacía nosotros.
¿Qué somos? Tenemos una identidad teniendo la experiencia de ser amado. ¿Debemos estudiar más a Jesús? O debemos estar conformes con lo que sabemos. Debemos tener un dialogo sincero, no crítico con Dios y creernos que somos hijos de Él, con una actitud de autocrítica con nosotros mismos, teniendo una actitud con un proyecto existencial de Jesús que pueda enriquecer nuestro PVA obteniendo nuestra mejor versión. El gran riesgo de los cristianos fue siempre pretender serlo sin seguir a Jesús… seguir a Jesús es creer en lo que él creyó, dar importancia a lo que él se la daba, mirar a las personas como él las miraba, enfrentarnos a la vida y a la muerte con la esperanza con la que él se enfrentó.
Varios fueron los ejemplos de actitudes de Jesús a no perder. La acogida-comunicación. La obsesión por generar fraternidad en las relaciones, apostando por la cultura del encuentro. Condiciones para generar verdadero diálogo. La capacidad de crítica y denuncia. La ruptura con la perversa dinámica del mérito. La sana y liberadora autoestima. La compasión-compasión que supera a cualquier ley, cualquier norma. Lucha contra el sufrimiento como la gran experiencia religiosa. La cercanía a las personas más necesitadas. Con Jesús, llamados a ser gentes de esperanza. Al finalizar la jornada del sábado, en la capilla, se llevó a cabo una iniciativa interesante. El ritual de bendición, en el cual participaron todos los presentes. El domingo por la mañana, los temas a desarrollar, fueron: Dios, el fundamento del ser. Dios, cimiento y fuente. Dios el gran compañero. Dios es padre/madre. Todas han sido reflexiones en las cuales se ha tratado el modo de ver a Dios, su revelación y en general su relación con nosotros. Debemos sentir una llamada y abrirnos sin rigidez sin miedo, sin rigidez, para ser suaves en el Espíritu y no sentirnos momificados en nuestras estructuras, por ello debemos agradecer a Nuestro Padre su plan hacía nosotros.




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