El día 7 de febrero, domingo se celebró en la parroquia de San Francisco Javier de Lugo la Eucaristía y la ceremonia de envío como misionero seglar a la ciudad de Lobito en Angola de José Luis Pérez Mudarra con la ONG’D MISEVI. Salesiano Cooperador del centro local de María Auxiliadora. El acto fue presidido por el obispo de la diócesis, D. Alfonso Carrasco Rouco, y al que acudieron familiares y amigos. Este profesional de la imagen durante muchos años y ahora jubilado como funcionario desde hace un año en la Diputación de Lugo, leyó un texto de acción de gracias:
«Jesús, Tú, el enviado del Padre, que te has hecho uno de nosotros, Tú eres para mí, único Señor, la razón que llena mi vida, la causa de mi alegría. Me has alimentado con tu palabra y enviado a amar y servir. Un misionero, me has llamado a ser. Incluso en mi pequeñez y en mi pecado, he sido elegido para cantar el himno de tu misericordia, él himno de tu justicia. Guía mi camino, Señor.
Me has elegido para ser tu colaborador y misionero. Gracias por este don, siempre inmerecido. Concédeme la gracia de ser bienvenido, Tú conoces mis miedos: miedo de no saber acertar, miedo de mis debilidades, miedo al desaliento, miedo al fracaso… Por eso ayúdame, dame tu ardor misionero y tu fortaleza apostólica. Dame la sencillez y humildad de tu madre, María. Aunque pueda caer, ayúdame a levantarme para llevar a cabo tú voluntad siempre. Cuando me vaya de Lobito, que sea conocido y amado por todos y que digan: “Ese era diferente. Aquel conocía al Señor”.»
Desde muy joven siempre tuvo la inquietud de ser misionero. Su educación siempre ha estado ligada al carisma salesiano. Su formación la realiza en el colegio de los salesianos de Atocha en Madrid. Siempre se sintió acompañado por los hermanos salesianos y actualmente por las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas). Por motivos profesionales y familiares nunca tuvo la oportunidad de vivir una experiencia misionera, pero a pesar de los años y ahora en su actual situación de jubilado, el espíritu misionero no lo ha perdido.
Sentirse misionero no es ser un héroe, según sus palabras. Es una persona que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir a sus hermanos. El proyecto en el que va a participar con MISEVI (Misioneros Seglares Vicencianos), en la localidad de Lobito en Angola, espera que sea una experiencia inolvidable, viviendo el carisma vicenciano, participando activamente en los programas que llevan a cabo: «Escola feminina» mujeres, «Promoción de salud mental» adultos, «Omola Wasandjuka» niños (3 a 5 años) y «Ondjango Yapongololi» jóvenes.
Desea aportar su granito de arena dando conocer a Dios a los pobres, anunciando a Jesucristo y que el reino de los cielos está cerca, que ese reino es para los pobres. El carisma, sea cual fuere, supone una vocación por parte de Dios, siendo agraciados con la participación de un carisma.
Siente que debe estar al lado de los débiles, de los indefensos, por este motivo desea participar en el proyecto de MISEVI que sirve para la protección y la prevención de la dignidad de las personas. En ocasiones se pregunta si realmente sabemos lo que pasa en esos pueblos, parroquias, aldeas remotas… Desea y espera que este encuentro con Dios sea con el don que le ha regalado ya que quiere compartir su vida con los más necesitados, personas sencillas, que seguro tienen un alto grado de generosidad.
El misionero debe ser protagonista en el desarrollo de los pueblos olvidados de la historia, que son los pobres. Desea renovar su fe, compartiéndola con los demás, generando un profundo sentimiento de Dios dando a conocer el Evangelio en una labor de pastoral familiar, juvenil, catequesis… El amor es siempre audaz y abre nuevas formas de servir, siendo signo de unidad, solidaridad y de fe. Todos estamos llamados a la misión desde nuestro bautizo.


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